Page 35 - CentenarioUDEC
P. 35
la discusiÓn DOMINGO 19·05·2019 ‹ centenario universidad de concepción ‹ 35
leGaDO cultural
Además del apoyo que prestó a Gonzalo
Rojas en el desarrollo de las Escuelas
de Verano, el rector Stitchkin fue el
impulsor del Teatro de la Universidad de
Concepción. Él dirigió el montaje de la
primera obra, “La zapatera prodigiosa”
del autor español Federico García Lorca
“El Banco Internacional de Desarrollo aporta
fondos para la realización del evento, gracias a los
cuales, sumados a los que destina la Universidad, las
actividades se extienden a otras localidades vecinas.
Se contrata al traductor del Palacio de la Moneda,
Alfonso Echeverría, para auxiliar a los numerosos
extranjeros. Un Festival de Artes Plásticas, mucho
más ambicioso que las muestras de otros años, aco-
ge a pintores chilenos contemporáneos, brasileños,
ecuatorianos, escultores bolivianos y una exposi-
ción de libros ilustrados, entre otros, los de Pablo
Neruda. Películas documentales latinoamericanas
se proyectan en la Casa del Deporte, y conciertos y
puestas en escena tienen lugar en el Foro, que tam-
bién acoge las lecturas poéticas”, recoge Bradu.
Asisten destacados escritores, muchos de ellos
quienes en las décadas siguientes darían origen al
Boom Latinoamericano. Algunos de los asistentes
fueron Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Octavio
Paz, Mario Benedetti, Marta Brunet, José María
Arguedas, Pablo Neruda, José Donoso, André Bre-
ton, entre otros. El encuentro se tituló “América
en el mundo”. En otras disciplinas, cuenta con las
exposiciones del arquitecto brasileño Óscar Nie-
meyer, el sociólogo estadounidense Robert Merton
y Amanda Labarca.
En relación a que estos encuentros fueron el
comienzo del fenómeno del Boom Latinoameri-
cano, Rodrigo Rojas Mackenzie, destaca que “eso
lo postularon muy temprano figuras como Carlos
Fuentes y José Donoso y hoy quienes se ocupan
de la historia de la literatura latinoamericana
del siglo XX también así lo afirman al destacar la
participación de figuras como Sábato, Carpentier,
Benedetti. Muchos de los cuales aquí se conocie-
ron personalmente y por vez primera dialogaron.
Lo que mi padre alguna vez a modo de balance
llegó a afirmar, es que de esos encuentros surgió
una conciencia del lenguaje y del límite, además
de una conciencia social del oficio literario del
más alto vuelo”.