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Islotes Lobería e Iglesia De Piedra Cobquecura

Historia

Uno de los más hermosos patrimonios naturales que posee la Región de Ñuble se puede encontrar en la costera comuna de Cobquecura.

Se trata de los islotes de la Lobería y la Iglesia de Piedra, que fueron declarados Monumento Nacional, en la categoría Santuario de la Naturaleza, en septiembre del año 1992.

Lo anterior, “con el objetivo de preservar su biodiversidad, según lo suscrito en la Conferencia Mundial de Río de Janeiro y por iniciativa de la comunidad de Cobquecura, preocupada de proteger al lobo marino de un pelo”, según expuso el Consejo de Monumentos Nacionales en su declaración.

La solicitud fue realizada a través del Comité de Adelanto de Cobquecura y la municipalidad de la comuna.

El proceso concluyó todos sus trámites el 29 de octubre de 1992 con la publicación del Decreto Nº 544 en el Diario Oficial.

El área protegida tiene una extensión de cinco kilómetros de norte a sur y de 500 metros de este a oeste, alcanzando una superficie total de 250 hectáreas.

Este santuario lo conforman la Iglesia de Piedra, que está ubicada cinco kilómetros al norte de Cobquecura y que es parte del hábitat del lobo marino de un pelo, y la Lobería, que se encuentra a un kilómetro del centro del pueblo, donde vive una gran comunidad de la misma especie.

Además del lobo de un pelo que habita en el santuario, en el lugar se puede encontrar jotes, gallinazos y gaviotas dominicanas, tres especies de aves carroñeras que se alimentan de los cadáveres de los lobos marinos.

A lo anterior se suma que durante los últimos años se ha hecho más común el avistamiento de ballenas SEI (Balaenoptera borealis), orcas y elefantes marinos que han sido divisados en el sector de Rinconada por habitantes y pescadores de la localidad.

Protección

Durante los últimos veranos voluntarios de Codeff resguardan el sector de la Lobería, para evitar que personas suban hasta las rocas que albergan a cerca de 2 mil lobos, aprovechando un puente de arena que se crea por las bajas mareas.

Esto ha provocado a que el Comité de Gestión del Santuario, integrado por el municipio, el Consejo de Monumentos Nacionales, la Armada, Sernapesca, la seremi de Medio Ambiente y el Comité Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff), coordinen las acciones necesarias para proteger a las especies y sus crías.

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